Mordazas bondage

Quizás tener algo en la boca nos tranquiliza porque nos lleva a nuestra primera infancia, a nuestro primer recuerdo cariñoso de placer cuando chupamos los pechos de nuestra madre. Muy a menudo ya como adultos intentamos reproducir estas sensaciones atávicas con sustitutos como el cigarrillo y por qué no el sexo oral. Para muchos entusiastas sumisos, la mordaza fetiche es la manera perfecta de prepararse para el sexo oral mientras se somete a la voluntad y los deseos de nuestro dominador. Tener una mordaza en la boca aumentará inexplicablemente las sensaciones, quizás por ese recuerdo atávico anclado en nosotros desde nuestra infancia.